R.C.

Con la luz de una bombilla,
La cara se le ilumina,
Las farolas de la calle
La hacen llegar a Marte.

Entre rosas y claveles
Se come un par de pasteles,
Que la hacen endulzar
Hasta el agua del mar.

La “amandina” de su mesa
La hace perder la cabeza,
Y el café con canela
Le corre siempre por la vena.
Su sonrisa es radiante
Se te grava en la mente.
Con unas pocas palabras
No quieres ni el paraguas,
En la orilla del mar
Con ella siempre estar,
Con  una lluvia torrencial
En una playa tropical.

En su casita nueva
Y con su letra cursiva,
Empieza a escribir
Su nueva forma de vivir,
Con su media naranja,
Con su única pareja,
Hasta más allá del cielo
Viviendo su amor eterno.